Estaba contemplando el desfile cívico - militar, al conmemorarse los 189 años de la Independencia de nuestro querido Perú. Estaban ahí, formando con garbo y porte señorial los integrantes de varios colegios de Piura y Castilla, y por supuesto que tenía que estar nuestro querido Colegio Nacional San Miguel, quienes conjuntamente con los miembros de las entidades castrenses, daba un toque de esplendor a tan majestuoso día.
Se estaba entonando el himno nacional y muchos desubicados, hacía caso omiso al llamado de los policías de tránsito y policías militares, para que se detuvieran y como muestra de respeto al menos escucharan las sagradas notas de nuestro himno patrio. Estos señores pasaban raudos, sin mostrar ese sentimiento nacionalista que hace tanta falta en estos días de coyuntura político social, en la que se cuestiona a todo el mundo y en el que la mayoría de las veces por pertenecer o al menos simpatizar con algún partido político o movimiento independiente se nos señala o se nos cuestiona.
Es por ello, que está en cada uno de nosotros, el cultivar en nuestros retoños ese sentimiento nacionalista por la tierra que nos vio nacer y en la que seguramente muchos de nuestros hijos e hijas en un futuro próximo forjarán patria.
Pero las sorpresas de aquel día festivo no terminaban aún. Una vez terminado el desfile, me dije para si, me voy a dar una vuelta al centro, camine hasta llegar a la calle Tacna, en la que en la actualidad existen un sinnumero de zapaterías: La Central, Casual, etc, etc. Iba contemplando los variados diseños de los zapatos y zapatillas, los cuales se exhibian de manera pulcra y muy bien ambientada, en vitrinas muy modernas, los zapatos estaba ahí, imponentes con su tarjeta de precio, esperando que alguien los escoja y luzca en un determinado fin de semana.
Mientras caminaba y observaba los dichosos zapatos, mentalmenete hacía un símil con los productos que se ofertan el mercado central de Piura, me acordaba de la fruta, verdura, y las caballas que venden a inmediaciones del sector "moscu", en la que un poco más y las ponen en el suelo y aún más se envuelven en el cualquier periódico de ayer, contaminándose con la tinta.
Que "huevones" que somos me dije, los zapatos que los vamos a utilizar para pisar cualquier tipo de terreno, y en el que seguramente alguna vez los "entollaremos" con mierda, los exhibimos de manera pulcra en el centro, mientras que los productos que son el pan de cada día en nuestros hogares, los compramos en el suelo.
Es entonces cuando nace la premisa, de que en verdad se necesita un cambio en nuestro mercado de abastos, esa es la verdad. Ojalá alguno de los que lean estas líneas, comparta mi opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario